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miércoles, 16 de octubre de 2013

Etica y política en Platón


La relación entre ética y política

 ÉTICA.
Platón sigue la tradición intelectualista de su maestro Sócrates de ahí que identifique la virtud con el saber de tal modo que lo le interesará fundamentalmente en su república ideal será la creación de buenos ciudadanos y para ello es indispensable que el Estado se haga cargo de la educación de los mismos. La importancia de la educación se puede observar en el propio mito de la caverna donde sólo gracias a ella es posible la liberación de los esclavos. En cierto modo, este mito es una alegoría sobre la educación ya que esta es la que permite, como dijimos antes, la liberación del prisionero y su ascenso hacia la luz y, por otro lado, la falta de educación signica permanecer en la oscuridad de la caverna. Es, por tanto, en el proceso educativo donde se observa la estrecha relación entre ética y política de tal forma que SER UN BUEN SER HUMANO ES LO MISMO QUE SER UN BUEN CIUDADANO y para conseguir esto haría falta que cada ser humano, que como ciudadano pertenece a una clase social determinada, alcanzara su virtud correspondiente. (Un poco más adelante volveremos a insistir en este tema de la educación).

• La virtud.
La práctica de la virtud es lo que Platón considera como la cosa más preciada del mundo. Concibe la virtud, fundamentalmente, como armonía, proporción y medida, y distingue cuatro tipos fundamentales de virtudes: Prudencia, Fortaleza, Templanza y Justicia. Las tres primeras se corresponden con cada una de las partes del alma:
a) El alma racional posee la virtud de la prudencia y tiene como misión descubrir la verdad y el bien.
b) Al alma irascible pertenece la fortaleza; ésta consiste en la capacidad de ser fuertes, de mantener un equilibrio entre nuestras ambiciones de poder, gloria, etc.
c) Al alma concupiscible corresponde la templanza que es la encargada de moderar nuestros apetitos sensibles. La justicia consiste en la buena armonía entre las tres virtudes señaladas anteriormente. Es una virtud general y tiene por objeto poner en orden y armonía el conjunto, asignando a cada parte la función que le corresponde dentro de la totalidad.

Platón representa esta naturaleza tripartita del alma con el mito del carro alado en su diálogo “Fedro”; en esta obra el auriga (cochero) representaría la parte racional que gobierna a dos caballos: uno blanco, bueno y dócil, que representaría a la parte irascible y otro feo, malo y difícil de guiar que representaría la parte concupiscible.


 POLITICA.
Platón, tras la muerte de su maestro Sócrates, se mostró muy afectado y consideraba culpable de dicha muerte al gobierno democrático de Atenas. Este hecho le impulsó a intentar establecer un Estado ideal, es decir, un sistema de gobierno perfecto que sirviera para eliminar toda injusticia en la polis. A esta tarea se dedica en su obra “República” donde pretende definir qué es la justicia y establecer cómo ha de gobernarse y dividirse un Estado. A este respecto, señala Platón que un Estado debe dividirse en tres clases sociales:
a) Gobernantes. Será tarea del filósofo el gobierno de la ciudad. Platón también utiliza la expresión “guardianes perfectos” para designar a los gobernantes.
b) Guardianes o guerreros.
c) Productores.
Esta división del Estado en tres clases se corresponde con la división tripartita del alma y con las diferentes virtudes morales:
 Alma racional ----------------------Prudencia racional -------------------- Gobernantes.
 Alma irascible --------------------- Fortaleza ----------------------------- Guardianes.
 Alma concupiscible ----------------Templanza ---------------------------- Productores.

A los filósofos gobernantes corresponde la razón y la prudencia; sólo ellos poseen las dotes y la educación adecuadas para llevar a cabo las tareas del gobierno que consisten fundamentalmente en legislar y velar por el cumplimiento de las leyes. Dicha tarea debe procurar el bien de todos los ciudadanos, de ahí que estos gobernantes posean como virtud principal la prudencia racional, la sabiduría.
Los guardianes –guerreros- tienen como misión fundamental, dentro del Estado, la defensa de éste frente a las agresiones exteriores y los desórdenes interiores. Platón hace corresponder a esta clase de los guardianes con la parte irascible del alma. Su virtud fundamental ha de ser la fortaleza o valor; así, pues, serán cualidades específicas de ellos: la fuerza, la valentía, la rapidez, etc. Para evitar que los guardianes y gobernantes se distraigan en el ejercicio de sus funciones, Platón propone en su Estado ideal la eliminación de la propiedad privada y la supresión de la familia para estas dos clases. Por otro lado, afirma la absoluta igualdad entre hombres y mujeres.
Los productores atienden a las necesidades más elementales de la vida cotidiana dentro del Estado: alimentos, vivienda, vestidos, etc.; esta clase estaría formada por labradores, constructores, tejedores, comerciantes, etc. Platón establece un paralelismo entre esta clase y la parte apetitiva del alma (alma concupiscible). Su virtud principal sería la moderación o templanza, es decir, una especie de autocontrol o dominio sobre los placeres y deseos.

• La Justicia.
También en este concepto se puede ver la estrecha relación entre ética y política, en este caso entre la estructura del individuo y la estructura del Estado. Ya vimos como la Justicia –en cuanto virtud del individuo- consistía en la armonía entre las tres virtudes restantes: prudencia, fortaleza y templanza. En el Estado sucede igual: la justicia se realiza cuando se produce la armonía entre estas tres clases sociales y esto sólo tiene lugar cuando cada una de las clases realiza la función que le corresponde: los dirigentes a gobernar, los guerreros a mantener el orden y los productores a satisfacer las necesidades materiales.

• La educación.
La realización de la justicia, es decir, la aceptación y cumplimiento de la función propia por parte de cada clase de ciudadanos, no es algo que se cumpla espontáneamente; en todos los hombres se hallan presentes, en mayor o menor medida, las tres partes del alma y por tanto queda siempre abierta la posibilidad de que el elemento apetitivo o pasional se subleve o se imponga. El medio más eficaz para evitar este problema sería la educación de los ciudadanos, pues es ella la que determina el carácter y el comportamiento de los hombres. Para Platón, un elemento tan importante como es la educación ha de estar en manos del Estado, de ahí que considere la educación como tarea fundamental del Estado. En este sentido, se opone al modelo ateniense que dejaba la educación en manos de la familia y de los particulares, inclinándose por el modelo espartano de educación estatal y pública, idéntica para hombres y mujeres.
Platón propone dos niveles o etapas educativas:
a) De la infancia a la juventud; estudios de gimnasia y música (artes en general) para fortalecer tanto el cuerpo como el alma. Esta sería la educación propia de los guerreros o guardianes.
b) Una vez superada la etapa anterior, los que muestren más dotes intelectuales podrán seguir disfrutando de la educación en el estudio de las matemáticas (hasta los treinta años) y en el estudio de la dialéctica (treinta y cinco años). Gracias a dicho estudio se podrá llegar a conocer las Ideas de Justicia, Belleza y la Idea suprema de Bien. Solamente el filósofo sabrá implantar el Bien y la Justicia en la realidad histórica de la polis, pues sólo él ha llegado a conocerlas. De ahí que sean los filósofos las personas más aptas para gobernar el Estado. Platón dedica los libros VI y VII de la República a la educación del filósofo.

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